O percurso da Terminologia: de atividade prática à Consolidação de uma disciplina autônoma

Resumen

La Terminología no es un dominio reciente. La práctica terminológica data del siglo XVIII, con trabajos en el área de la química, la botánica y la zoología (Cabré, 1993). El interés de los especialistas de cada área por la Terminología se debió a la diligencia de los propios cientistas en relacionar las denominaciones a los conceptos científicos. Esta situación se prolonga durante el siglo XIX, periodo en el que el desarrollo progresivo de las ciencias hace que los cientistas busquen cada vez más entender y describir sobre todo las reglas de formación de los términos de cada dominio de especialidad. A partir del siglo XX la necesidad ya no es solo la de relacionar denominaciones a conceptos, sino la de denominar conceptos nuevos y, sobre todo, harmonizar las nuevas denominaciones. En este contexto surge el trabajo de E. Wüster (1899-1977), quien en 1931 inaugura la entonces llamada Teoría General de la Terminología, concebida como disciplina autónoma y definida como un campo propio de relación entre las ciencias de las cosas y otras disciplinas como la Lingüística, la Lógica, la Ontología y la Informática (Cabré, 1996). El trabajo de Wüster es el que da el impulso que faltaba para la consolidación de las investigaciones en Terminología. A partir de 1950, la Terminología dejó de ser vista apenas como un instrumento de normalización de términos y pasó a ser cada vez más un instrumento de comunicación (Cabré, 1993). Con este nuevo enfoque la Terminología se consolida como disciplina autónoma, con teoría y metodología propias, y genera, así, productos terminológicos de comprobada calidad científica.